Gozar con la mirada: Solos

Me gusta la obra de Beltran, sus fotografias son oniricas, sencillas y al mismo tiempo profundas. Juega con el fotomontaje, pero eso no le quita, para mi, un ápice de calidad ni de fuerza, porque lo que importa es lo que nos trasmite, la técnica es tan solo un medio

Teresa

Luis Beltrán es un fotógrafo valenciano (nacido en Valencia el 28 de febrero de 1973) , con 10 años marchó a Gijón en donde vivió 21 años. Desde hace 8 años reside y trabaja en Puerto de Sagunto, Valencia.Es licenciado por la Universidad de Gales en Bachelor in Business Administration.

Un día se encontró con el libro Sombras en Combate de Javier Bauluz, un reportaje fotográfico dedicado principalmente al conflicto árabe-israelí. que le conmocionó y, desde entonces, ha tenido una estrecha relación con la fotografía.

Cuando era un niño, solía pasar mis vacaciones en un pequeño pueblo en las montañas. Por las mañanas me despertaba con los rayos del sol entrando por la ventana mientras los pájaros cantaban. Jamás he vuelto a sentir esa paz en mi interior, pero sigo buscándola todos los días a través de mi trabajo."

Empezó en el cuarto oscuro pero ha sido la era digital la que le ha abierto un mundo entero de posibilidades. Es autodidacta. Todo lo que sabe, lo ha aprendido a base de la generosidad de los demás y de la experiencia que da el pasar muchas horas delante de la pantalla.

Ha expuesto para Mediadvanced, en Gijón, Primera Impresión Gallery y O+O Gallery en Valencia, en la feria ESTAMPA en Madrid y la galería Ultravioleta así como, recientemente, en Agora Gallery en Nueva York desde abril de 2011.

Cuando me pongo delante de cualquier fotografía, trato de hacerlo sin ningún tipo de prejuicio. Lo que le pido a una imagen es que me transmita, me comunique y me transporte. La técnica utilizada no es importante para mi.Yo personalmente me decanto por la sencillez de lo cotidiano, imágenes simples pero emotivas de nuestro entorno más cercano. Intento narrar con la imagen aquello que no alcanzo a expresar con la palabra

Las foto-composiciones me permiten llevar a cabo todo aquello que pasea por mi mente. De otra forma me resultaría imposible.
Siempre he dicho que lo importante no es la cámara sino el ojo con el que se mira….

Cuando empiezas tu camino en el mundo de la fotografía, como en tantas otras cosas, eres un mar de dudas. La técnica y experiencia las vas adquiriendo progresivamente, esto no es problema.

Lo realmente difícil es llegar a creer en uno mismo. Yo empecé a hacerlo en mi primer proyecto fotográfico “Apología de Presente o el Eterno Paisaje”.

Siempre me ha gustado soñar despierto. La vida a veces es difícil, otras no tanto, pero lo que sí es seguro es que cada día es una fuente de inspiración distinta.

Me siento cómodo situándome en la delgada línea que separa conceptos totalmente opuestos: vida y muerte, alegría y tristeza, realidad y ficción…. trato de tomar esta línea como punto de partida en mis trabajos.
A corto plazo tengo pensado desarrollar una serie sobre derechos humanos, una denuncia hacia la tortura, la represión y la falta de libertad que millones de personas sufren a diario ante la pasividad del mundo “desarrollado”

Cuando adquirimos un cierto nivel de edición y empezamos a destacar en nuestro trabajo a menudo nos volvemos egoístas y recelosos de mostrar nuestros “secretos”. Hay que vencer esa barrera y compartir lo sabemos hacer

Un fotógrafo que me impacto cuando vi su trabajo fue Gregory Colbert. Me impresionó mucho la serie realizada para la Fundación Rolex titulada Ashes and Snow Nick Brandt es otro fotógrafo que deja su huella en ti cuando ves su obra. Nunca antes había visto la vida salvaje en África retratada con tanta personalidad. Otro gran fotógrafo que es mi referente: Michael Kenna.

En palabras de Vanesa Di Giacomo : el autor nos pregunta;Si pudiéramos explicar lo simple ¿hallaríamos el secreto de lo eterno?, a partir de esta frase Vanessa habla de la obra de Beltran...

Los paisajes de Beltrán emanan del velo lumínico que empaña lo eterno convirtiéndolo en imagen. Una imagen que convoca a la abstracción lírica, el romanticismo alemán y la gráfica publicitaria. Este extraño sincretismo provoca en el espectador lo que un texto puede volverse explosión semántica para el lector.

Si bien el autor intenta acercarnos a nuestro entorno lo hace apelando a un misticismo que vuelve intocable la imagen de lo que muestra. Esa lejanía provocada por el clima brumoso, la lejanía de los personajes y los ambientes de ensueño nos evoca al eterno presente, aquello de lo que, por no tomar perspectiva, no vemos.

Beltrán nos habla poéticamente de lo simple y en ese mismo acto, se vuelca hacia un discurso aparentemente sin mayores pretensiones. Pero su caudal metafórico lleva consigo toda la contundencia filosófica del hombre que no está, pero que al mismo tiempo se encuentra místicamente resemantizado en el paisaje que habita.Hablar de lo simple, entonces, es hablar de lo imponderable. No significa anclarse en lo perecedero sino posar la mirada en el umbral del misterio y abocarse con entrega a la tarea de la contemplación.