martes, 17 de julio de 2012

De la oscuridad a la luz

Conocía alguna obra de este pintor, pero no fué hasta que lo ví en el blog de una amiga blogera, que de v erdad me fijé en él, tal vez era el momento de descubrirlo...me impresionaron sus retratos y su color, mas que su época de "negros", aunque he de reconocer que dan miedo...transmiten con fuerza la oscuridad que nos enseña, a veces, el inconsciente...

Teresa


Flower-Clouds 
Artista coetáneo de los impresionistas, pero ajeno a ellos en su forma de entender el arte moderno, basado en su interés por lo irreal, lo onírico y el subconsciente. Apasionado de la litografía y del carboncillo, cuenta con gran cantidad de trabajos en los que el negro domina la escena, pese a que fueron sus trabajos en color los que le dieron más fama. Aficionado al tenis y a la espiritualidad hindú, fascinado por los hallazgos de Darwin y los libros de ciencia, admirador de Edgar Allan Poe y de Delacroix, deprimido y vitalista, refinado y de trazo sencillo... Así era Odilon Redon
 Árbol amarillo

Redon llevó a cabo una investigación sobre el subconsciente y la imaginación, todo ello aderezado por la influencia que tuvo en él la literatura de Edgar Allan Poe, las pinturas de artistas como Goya, Corot o Delacroix, y la ciencia, cuyos avances debieron despertarle gran interés.


 L a concha 1912
Definido como un artista al margen, sus obras invitan a imaginárselo como un pintor enigmático, ya sea por la variedad de temas que trata, por su empeño en representar conceptos como el sueño, el miedo o el silencio, por el negro dominante en su paleta o por su visión de la iconografía cristiana, bien diferente a otros ejemplos pictóricos.
El Pegaso negro
Adentrarse en el subconsciente de Redon no es fácil. Más relajada resulta la visión de sus pinturas en color, en las que predomina el pastel como material predominante, si bien también hay numerosos óleos sobre cartón, aunque no tantos sobre lienzo. El resultado es una serie de pinturas espesas, de aspecto opaco y de gran densidad

 La visión en negro de su universo imaginativo no hace sino aumentar la inquietud que desprende su obra, en la que representó a seres de gran rareza, cabezas aladas, globos oculares o animales con rostros humanos; todo ello con intención simbólica. Estas visiones recuerdan a las pinturas negras de Goya, artista de quien se vio influido.


Ophelia-1900-1905- 
Uno que condensa cómo entendió su obra dice así: “Toda mi originalidad consiste en hacer vivir humanamente a seres inverosímiles poniendo en lo posible la lógica de lo visible al servicio de lo invisible”. Redon también describe su trabajo como ambigua e indefinible:
"Mis dibujos inspiran, y no están por definir. Ellos nos colocan, como lo hace la música, en el reino ambiguo de lo indeterminado".
 Barca la luz de la luna
Nace: 22 de abril de 1840 en Burdeos ( Francia)La personalidad artística de Odilon Redon está muy ligada a sus primeras experiencias vitales. Bertrand-Jean Redon -cuyo apodo de Odilon deriva del nombre de su madre, Odile-  Su familia acababa de regresar de Nueva Orleáns, donde su padre había hecho una pequeña fortuna desbrozando bosques.
 Edipo en el jardin de las ilusioneS
La mítica imagen paterna de un aventurero libre y decidido contrasta con el carácter ensimismado y soñador del pintor, poco proclive a la acción -"sólo vivía para mí, sintiendo repulsión.. por cualquier esfuerzo físico"-. Este talante iba a fraguarse en su infancia, que transcurre en la campiña francesa; sus problemas de salud aconsejaron que el pequeño Odilon abandonara el hogar familiar de Burdeos para residir, confiado a un viejo y bondadoso tío, en Peyrelebade, en el saludable ambiente del campo.
 Retrato de Genoveva de Gonet 
Para este "ser flotante, contemplativo, completamente arropado por sus sueños", la vuelta a Burdeos a los once años para comenzar a ir a la escuela constituye un duro golpe. Intentando vencer el hastío que le provoca la sordidez de su nueva vida, el joven se refugia más que nunca en su mundo interior. En estas fechas tiene intensas experiencias estéticas, en ocasiones teñidas de ciertas dosis de arrebato místico.



                 La araña sonriente




                 Odilon forma parte de esta estirpe que ha sabido caminar por la oscura frontera entre la vigilia y el sueño. Su mirada abarca el más allá de los objetos, el otro lado de las cosas, el perfil escondido de la realidad. Por otra parte, aparecen ya unas inquietudes creativas que se concretan en la realización de copias de grabados de la época y en la práctica de la escultura. Por imposición de su padre, trabaja en calidad de aprendiz en el estudio de un arquitecto con el fin de prepararse para los estudios oficiales de arquitectura en la Escuela de Bellas Artes, proyecto que no llegaría a cumplirse al suspender el examen de ingreso.             



Busto de un hombre dormido entre las flores 


Dos personajes ejercerán una influencia poderosísima en el largo periodo de formación como artista de Redon. El primero es el acuarelista Stanislas Gorin, un pintor romántico que, como profesor particular de dibujo, desarrollará un magisterio benévolo y enriquecedor, transmitiéndole su interés por artistas que habrían de ser esenciales en la conformación de su estilo, como Corot, Millet y, sobre todo, Delacroix. De esta época es también el primer contacto de Redon con la obra inicial del que habría de convertirse en otro de los grandes del simbolismo, Gustave Moreau.
Buddah en su juventud 
 Si Gorin le abre los ojos al arte, un curioso personaje con el que le unirá una gran amistad, Armand Clavaud, se los abrirá a la literatura y la ciencia; biólogo dotado de una extraordinaria erudición, se sentía fascinado por el mundo de los seres microscópicos, ámbito en el que se diluyen las barreras entre lo animal y lo vegetal. Clavaud, de quien Redon diría que era "tan sabio como artista", le inició a la literatura contemporánea, especialmente a la obra de Flaubert, Baudelaire y Poe, así como al misterioso mundo de la poesía hindú. Como Gorin, Clavaud admiraba vehementemente a Delacroix. Tras un penoso episodio -que el artista definiría en términos de "tortura"- en la Escuela de Bellas Artes de París, donde su espíritu libre choca con el rígido academicismo de su profesor Gerome, hacia 1864.
 La caida de Icaro 1876

 Redon conoce al personaje que mayor influencia habría de ejercer en su formación, el dibujante y grabador Rodolphe Bresdin. Artista dotado de una prodigiosa imaginación, dejaría en el pintor bordelés una huella profunda. Las primeras obras de Redon están directamente inspiradas en el mundo de las imágenes alucinadas de Bresdin y en su deseo de trascender de la mera representación de la apariencia física de los objetos. Hacia 1874 puede decirse que la formación del pintor ha concluido: con treinta y cuatro años se halla en posesión de un estilo plenamente personal.


 El convicto (The Convict), 1881 
La nota que caracteriza la producción de Redon durante los tres lustros que van desde este año al de 1890 es la total supresión del color. Litografías, dibujos a lápiz y, sobre todo, a carboncillo constituyen un conjunto que Redon denominó Los Negros. En un escenario artístico como el francés de los años ochenta, totalmente dominado por el color, la sombría austeridad de esta obra no podía encontrar muchos compradores.

La Esfinge Roja 1912 
No obstante, la publicación de carpetas de litografías, de una tirada no superior a los cincuenta ejemplares, contribuyó a la expansión del círculo de sus clientes. Entre estos iniciados se encontraban Stéphane Mallarmé, el más notable de los poetas simbolistas, y J.K. Huysmans, autor de A Rebours, auténtica "biblia" del decadentismo finisecular.
1 de mayo de 1880 de Odilon Redon se casa con Camille Falte , persona joven criolla de la isla de Borbón. La joven  admira "el soñador". La pareja será feliz y Camille se ocupará de los comerciantes y la prensa. Contactos privilegiados con algunos simbolistas belgas
 Barco iluminado con dos personas

En 1890, Redon regresa al mundo del color. En un artista que concibe el arte como una síntesis entre los estímulos de la realidad exterior y el mundo interior, no es difícil relacionar las mutaciones del estilo con los avatares de su vida privada: si el momento más oscuro de su producción, a mediados de la década de los ochenta, había coincidido con las muertes de una hermana, de su primer hijo antes de cumplir un año, y de su amigo Hennequin, el nacimiento de su segundo hijo, An, sin duda influirá en la nueva vitalidad que desprende su obra a partir de 1890.


Perfil de una chica joven  
Desde 1895 el pintor se consagra a la pintura al óleo y al pastel y su obra gira alrededor de una serie de temas recurrentes, como los jarrones de flores, la mitología, los cuadros de tema religioso o la representación de la figura humana. Su actitud de artista original y comprometido con sus ideas -que le llevara en 1884 a la presidencia del grupo de los Independientes- le granjea la admiración de la nueva generación de pintores, especialmente de los que componen el grupo de los nabis, quienes, tras la marcha de Gauguin a Tahití en 1891, le adoptan como maestro.
 Ojos cerrados 1890

Odilon Redon fue un hombre sensible y culto, incluso entre sus amigos escritores y pintores simbolistas. Se desempeñó como violinista de la Chausson compositor Ernest y estaba familiarizado con las obras de Debussy. Redon reconoció el talento de Gauguin y se convirtió en un amigo cercano de los artistas Nabis, como Édouard Vuillard, Pierre Bonnard y Maurice Denis.
En 1916, Redon encuentra la muerte, una vieja amiga con la que durante toda su vida mantendría una ambigua relación de amor y odio.


18 comentarios:

  1. Odilon Redon, uno de mis pintores favoritos con el que disfruté muchísimo ilustrando toda una obra. Sin duda, su pintura es misteriosa por su mística, por su simbología. Es un artista muy singular, sin duda alguna, un visionario que supo ver más allá de la simple forma de las cosas.

    Todo un placer el volver al visualizarlo aquí, en este espacio tuyo del que aprendo constantemente por su contenido y dedicación. Gracias Teresa
    Un beso

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    1. cierto, sabía que te gustaba lo he visto muchas veces en tu blog. Tiene algo de misterio y espiritualidad

      Besos

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  2. Me encanta Redon y me ha gustado eso del "perfil oculto de la realidad".
    Su sutileza me aportaba tranquilidad, pero no conocía sus cuadros más negros como La araña o El convicto...
    Besos

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    1. Pues se ve que no empezó a pintar en color hasta los 50...no veas

      Petonets

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  3. me gustaron los cuadros de la caracola, el pegaso negro, el convicto
    los otros no mucho

    besitos y feliz feliz semana

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    1. El arte es muy personal, .A mi también me gusta el de la caracola

      besos

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  4. Pluvisca, tu entrada de hoy es un regalo porque he decidido rellenar las lagunas que tengo en historia del arte apuntándome a la Uni nuevamente a partir de septiembre. No porque piense que en la Uni me abrirán el mundo (no, a estas alturas de la película ya no pienso esto) sino porque toda materia estudiada de forma ortodoxa y oficial te aporta una disciplina que es necesaria para adentrarte en cualquier tema. Busco esa disciplina porque me interesa mucho la historia del arte y siento que mis conocimientos son parciales y caprichosos.

    Conocía a Odilón. ¿Y sabes qué pienso? Que ninguno como él captó el espíritu de su tiempo (ese concepto tan actual, ya sabes). Por eso siempre se ha visto como un raro, como un inclasificable, porque lo es. Bebe de fuentes diversas y su expresión es diversa. Conecta con Gauguin en algunas cosas, con los prerrafelitas en otras, hay trazos de modernismo canónico el algunas de sus obras, anuncia el surrealismo y para acabarlo de arreglar a veces me parece que estoy viendo a Chagall, en algunos cuadros.

    Así pues, a quienes nos gusta el arte, siempre nos quedará Odilón.

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    1. Que temerario!!!! jajajaj, ahora en serio, me alegro que te apuntes, las inquietudes siempre son señales de vitalidad.

      Era solitario y creo que eso le hacia especial porque me da que casi todo le salia de ese interir desconocido para todos

      Y a los que nos gusta viajar Paris...¿no?

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  5. te dejo una conferencia interesante, la que tuvo lugar con motivo de la exposición en la fundación Mapfre

    mira que casualidad que la estaba escuchando cuando vi tu actualización


    http://www.youtube.com/watch?v=zP-q7X2eYyc&feature=youtu.be&noredirect=1

    besos

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  6. Pues yo pareceré rara, pero este artista no me gusta ni su obra me dice nada.Los motivos me parecem mortecinos y apagados, un halo de misterio "tetrico" envuelve la obra...
    Un abrazo.
    Anna J.R.

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    1. Ya sabes Ana que el arte como la literatura va a gustos, asi que entiendo que no te guste.

      Una abraçada

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  7. Magnifico. Siempre me ha impresionado y atraído su obra.

    Besos

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  8. Otro que decició ir de minoritario por la vida, que decició no poner los ojos en blanco e ir en pos del impresionismo porque sí. Pinturas originales y fantasiosas. Pinta y hace poesía al mismo tiempo, vacia su imaginación en sus cuadros a través de un tamiz que sólo él conoce y que a nosotros nos toca adivinar. Pintura evocadora y sugerente hasta que se enroca en si misma y no tiene más que decir, hasta que sus sueños se repiten una y otra vez, aunque terminan por dulcificarse con la aparición del color. Lo prefiero en Los Negros, alguna de estas pinturas han logrado trasmitirme una especie de tortura y drama que, parece ser, agobiaban el alma del pintor: otra vez la pintura como lenguaje que necesita de la síntesis entre la técnica del oficio y el estímulo del sentimiento. Es lo que pienso.

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    1. Eso es, a nosotros nos toca adivinar y asi es el arte puro.

      Me quedo con el color yo tambien

      besos

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  9. No lo conocía y ha sido para mí un auténtico descubrimiento. Su obra es muy personal, alejada de todos los pintores de su época. Por lo que cuentas, un genio solitario, imbuido en su mundo.
    Gracias y un abrazo.

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