El vacio abundante

Si tuviéramos que definir en una palabra el asunto de estas obras, diríamos que se trata de la vida, de la vida vista desde cerca, de la experiencia íntima y fundamental de ser humano: el retrato originario del hombre como el habitante único y absoluto de su propia alma, entregado a la vivencia de los movimientos anímicos fundamentales, cuyo origen no es sino la interpelación incesante -que el trato con el mundo supone- a hacerse cargo de la propia vida, con el coraje y el rigor de aquel que se encamina hacia su propia liberación.

Su interés por la pintura surgió cuando aún estaba en el colegio. La arquitectura modificó su visión y el resultado es una obra calculada en cuanto a la forma pero espontánea en sus significados. Los cuadros de Fernando Gómez Balbotín sugieren preguntas, tanto para el público como para sí mismo.

 Se tituló como arquitecto en la Universidad Finid Terrae. Dice que se cuestiona la pintura todos los dias, que algunas veces llega a la conclusión de que no sirve de nada, pero siempre termina descubriendo su fin.

El artista comenta: No sé por qué me intriga tanto la idea del vacio. Me llama la atención en cuanto a que no genera en la mente y también en la composición.

Una fina comprensión de cómo la auténtica espacialidad y luminosidad -elementos cuya concreción va siempre ligada a una existencia viva- se conjugan en su simplicidad y tremenda potencia, da al artista la posibilidad de extender hacia lo exterior las posibilidades de expresión de lo humano -dando cuenta de su comprensión radical acerca del auténtico sentido del habitar-, y a nosotros la de acercarnos aún más a la verdad de este hombre desnudo.

La composición de sus pinturas delata al arquitecto en Fernando Gómez. Varias capas de colores acrílicos que se superponen-pero que dejan entrever las que van quedando más bajo-le permiten construir una atmósfera principal, un estado de ánimo, donde habitan las figuras que dibuja con carboncillo, pastel y lápiz acuarelable.

  En la serie 2008 "El hombre desnudo", plasmó cuerpos humanos cuyas posturas y rostros cubiertos hablaban de la desesperanza, la angustia y la ansiedad. La desnudez funcionaba a nivel metafórico para hacer referencia a la desprotección, a mostrar lo que permanece oculto.

Fernando cuenta que cuando expuso en este proyecto en la Galeria Praxis se sintió asi: "Como si estuviera desnudo, mostrándose a través de una obra que de alguna manera  sublima el dolor profundo que desató una tragedia familiar que vivió  pocos años antes

La jerarquización de las figuras en sus cuadros es hábito que adquirió de la arquitectura. La desesperanza; la desolación; la angustia y ansiedad de un cuerpo transido hasta el límite por la violencia de las fuerzas internas; el agotamiento; por fin, el viso de una leve esperanza que tiembla débil aún en el aire; son algunos de los estados anímicos universales -momentos que configuran la trama unitaria que constituye el sentido general de estas obras que de manera magistral el artista literalmente nos pone delante, llevándonos a la experiencia directa del misterio de aquello que en su visión ha sido puesto al descubierto.

 Con "Sillas" volvió a reflexionar acerca del vacio y a ejercitar la composición espacial, esta vez de una manera menos íntima.

 Fernando Gómez Balbontín  se queda mirando objetos distantes, situaciones, personas ...  le intriga por el vacío tanto que abarca y monopoliza todas sus pinturas.

 El tema de los accidentes de la muerte y el vehículo.  esta serie me hace preguntarme si un baño de fantasía en colores pastel y rodeaba de mi padre cuando su alma se escabulló en la autopista 43.

 Retrata la realidad de la incertidumbre y la ignorancia ciega a través de los ojos de un observador .Parece he aquí vivimos en una inconformidad inevitable. No aceptamos la incertidumbre que surge de nuestra total ignorancia acerca de la muerte. Y al tiempo que niega la única certeza que tenemos probablemente, se construye un discurso optimista sobre un futuro hipotético en el que es imposible dejar de existir. (...)

La representación de un imaginario en torno a la muerte pretende que tengamos un verdadero sentido de la vida, que induce al observador.    Negar la muerte es negar la vida. Así que la tragedia no es la realidad de la muerte, pero es cuestión de no aceptar esta posibilidad y, en consecuencia, no llegar a la vida

Fernando Gómez Balbontín muestra el espectáculo deprimente del metal destrozado de un accidente de coche con mezclas de acrílico brillantes luces de neón que gotean en su lienzos. Uno no puede decir si los personajes de sus pinturas estan realmente a salvo por el horrible estado de los problemas que les  rodean, o si simplemente ya no estan agobiados por el peso de la vida.

  La serie "Li" claramente coincide con sus estudios de arquitectura con su "pintura vacío" obsesión. Tomando puntos de vista de áreas con una escala 1:3000 de los depósitos cerca del Salar de Atacama (norte de Chile) al intentar iniciar un debate local ... lo que está haciendo Chile con sus reservas ... el más grande del mundo

Las obras que provienen de la deconstrucción y la reinterpretación de la situación, la tierra o un objeto agregando capa tras capa de acrílico y carbón vegetal mezclado, pasteles y acuarelas. A veces se llega incluso a pensar en la pintura (en general) no sirve para nada, se cuestiona este medio todos los días, pero parece que siempre se considera útil por el momento en que el sol se pone ...

Fernano Gómez Balbontín