Mas alla del sentido del humor

Esa capacidad de captar el momento justo, de registrar el instante preciso que convierte una escena cotidiana en algo memorable y digno de ser admirado, ese convertir a un señor saltando un charco en una obra de arte e inmortalizarlo...y es que Erwitt tiene ese don del momento justo, y además, lo acompaña de un excepcional sentido del humor y de la ironía

 Hijo de emigrantes rusos, Elliot Erwitt nació en París el 26 de julio de 1928, y pasó casi toda su infancia en Milán, hasta que al estallar la guerra su familia emigra a Nueva York en 1939, y recala en Los Ángeles en 1941. Empieza a interesarse por la fotografía en su adolescencia, y compagina sus estudios en el instituto con un trabajo en un laboratorio fotográfico de Hollywood .Sus padres se divorciaron y, aunque su padre obtuvo la custodia, Erwitt padre marchó  de la ciudad para evitar el pago de pensión alimenticia. "A la edad de 15 años, yo estaba por mi cuenta y tenía que valerme por mí mismo",

 Comienza su carrera profesional en 1949, tras un viaje por Italia y Francia, y después de su estancia en el ejército (dentro del cual fotografía Nueva Jersey, Alemania y Francia), y ya con un premio de la revista Life en su haber, entra en 1953 en la agencia Magnum de la mano de Robert Capa, con quien había compartido estudio en París unos años antes.Entre sus mentores de esa época se encontraban también Edward Steichen y Roy Striker, director de la División de Información de la FSA . Ha sido presidente de Magnum en tres ocasiones, y desde los 70 también ha realizado o sido productor de diversos documentales y comedias para televisión

La cuidadosa -y a veces sencilla- composición de sus fotografías y el punto de vista en muchas de ellas, dan una idea clara de su particular visión de la vida, aliñada con un toque de humor y una intencionalidad reservadas para los grandes de la fotografía.  "Hacer reír a la gente es uno de los mayores logros que se puede conseguir; es difícil, y eso es lo que me gusta."Pero sería un tremendo error encorsetarlo como un fotógrafo "divertido". su obra tiene un amplio abanico de registros, que va desde la ternura más empalagosa hasta el drama sin concesiones, como la foto de de Jaqueline Kennedy en el funeral de J.F.K., pasando por la denuncia social de la norteamérica de los 50

Con casi 80 años, 20 libros de fotografías y múltiples exposiciones que han viajado por medio mundo, Elliot Erwitt siguió en activo, y además de su trabajo para Magnum, realiza por encargo reportajes publicitarios, de moda y fotografía industrial.

Su cámara ha fotografiado a muchos de los protagonistas de la historia contemporánea, tales como John Kennedy, Richard Nixon, Ernesto Che Guevara, Nikita Jrushchov, Marilyn Monroe y Jacqueline Kennedy, entre otros.
 

En la fotografía el contenido es lo más importante. Si el contenido está ahí, controlando lo que ocurre con la impresión no es ningún problema.   Sus fotografías personales se basan en yuxtaposiciones agudamente observadas. Se burlan  de manera suave  del mundo  y hace  que se desinfle la pomposidad, dejando al descubierto la hipocresía. Él es un enemigo acérrimo de la pretensión de la fotografía y odia a las explicaciones prolijas y pseudo-intelectuales de comentarios sobre sus fotografías,  cree firmemente que se debe permitir que hablen por sí mismos.
   

Con un toque de humor y un ojo para la integridad personal, las fotografías en blanco y negro de Elliott Erwitt revelan las emociones humanas más básicas y sincera. Él desarrolló su visión durante el auge de la posguerra del fotoperiodismo documental, y ha capturado a muchas de las ironías más conmovedoras de la vida a través de una lengua vernácula divertida

La fotografía publicitaria de Erwitt es famosa precisamente porque está despojada del maquillaje característico de la fotografía comercial; se asimila más a la imagen editorial, más real y espontánea

En contraste con la mirada intelectual de Cartier-Bresson, y el tono social de Doisneau, la de Elliott Erwitt parece ingenua; Erwitt no acecha, descubre. La fotografía de Elliott Erwitt sorprende por la gracia y el sentido del humor que nos dejan descubrir el rostro humano positivo del mundo . Este hombre ha recorrido la geografía humana con una mirada amable y creativa que tiene la inteligencia y la sensibilidad de ver en lo cotidiano aquello que el resto de los terrícolas no vemos.

"La fotografía digital es una gran herramienta ...", explica, "siempre y cuando no se manipulen las imágenes. Que socava la calidad básica de la fotografía que es lo que está delante de la cámara. "Esta muy en contra de la manipulación en la fotografia digital manipulada incluso ha publicado un libro sobre el tema

 Documentó la época de Kennedy en la Casa Blanca, cubrió el lanzamiento del Sputnik de 1957, y rompió Nixon y Kruschev pelea en Moscú en 1959. Su fotografía de fuentes de agua segregada en 1950 de Carolina del Norte se convirtió en una de las imágenes icónicas del movimiento de derechos civiles.

 Henri Cartier-Bresson, Robert Doisneau y Elliott Erwitt  han impuesto una mirada más cálida, casi optimista diría yo, sobre la rutina de los seres que habitan nuestro planeta.

 Y los perros. Erwitt es un fantástico fotógrafo de perros, a los que capta con la misma naturalidad y elegancia que a los humanos. Según dice la entrevista de su página web, no retrataba perros de forma consciente, simplemente hacía fotos de las cosas que le parecían interesantes, hasta que se dió cuenta de que en muchas de ellas salían perros, y pensó que, si había suficientes fotos buenas, podría hacer un libro sobre perros. Ya lleva cinco y una exposición temática, To the dogs.

Manhattan ha sido su hogar durante más de 50 años. Vive en un apartamento con vistas a Central Park con su cuarta esposa, la novelista y cineasta alemana Pia Frankenberg. Para Erwitt, un trotamundos empedernido, el hogar es "donde está en este momento por el tiempo que no te vas a otro sitio".

Sus fotografías se recogen y se exhiben en museos de todo el mundo, incluyendo el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Smithsonian Institution, Washington DC, el Instituto de Arte de Chicago, y la Kunsthaus de Zurich.

 Erwitt es uno de los fotógrafos más respetados de una generación que abarca Robert Frank, Diane Arbus y Lee Friedlander. Ha publicado más de 30 libros, hizo varias películas documentales y expuesto en lugares como el MoMA y el Palais de Tokyo en París.

Elliot Erwitt